martes, 29 de diciembre de 2015

VINCULACIÓN ENTRE CONTAMINACIÓN AMBIENTAL Y LA FALTA DE SERVICIOS SANITARIOS

La salud de la población y de los individuos está intrínsecamente unida a su desarrollo. 

El desarrollo en el sentido amplio del término, implica cambios e incluso importantes alteraciones de la salud y del entorno de las personas. Pero, del mismo modo, el estado de salud de la población es un factor que condiciona el desarrollo.

Por su parte, el desarrollo puede romper el clásico círculo de retroalimentación existente entre la pobreza y la mala salud. El desarrollo económico posibilita disponer de mayores recursos con los que financiar la mejora de la salud medioambiental, la realización de campañas de salud pública, y, sobre todo, el establecimiento de un sistema sanitario cuyos servicios de salud cubran también a los sectores más vulnerables, por ejemplo mediante la extensión de la atención primaria de salud. Además, los programas de desarrollo social, como los de educación y alfabetización, han contribuido decisivamente a elevar el nivel de salud al facilitar las mejoras en la alimentación, la higiene y la salud reproductiva. El desarrollo socioeconómico, particularmente si alcanza equitativamente a la población (aunque generalmente no sea éste el caso), también permite mejoras en las condiciones de vivienda y de otros servicios básicos.


El desarrollo trae consigo diversas transformaciones y amenazas para el medio ambiente (como la contaminación, la degradación de la tierra, el calentamiento de la atmósfera o la proliferación de desechos y productos tóxicos), que tienen consecuencias graves para la salud humana, los medios de vida y la seguridad humana. Aunque son los países ricos los que más contribuyen a esos impactos, son los países pobres los que más los sufren en forma de pérdidas humanas, riesgos para la salud y amenaza para los sistemas de sustento. A esto último contribuyen singularmente procesos como la degradación de los suelos, la deforestación y la pérdida de la diversidad biológica.




Fuente: Phillips, D. R. e Y. Verhasselt (1994), Health and Development, Routledge, Londres.